INTERVENCIÓN EN TDAH MEDIANTE LA EQUINOTERAPIA

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a millones de niños y a menudo continúa en la edad adulta. El TDAH incluye una combinación de problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.

En Al Paso, durante tantos años de terapia guiada por profesionales, hemos podido apreciar los resultados beneficiosos que podemos obtener al trabajar con nuestros caballos este tipo de sintomatología y queríamos compartir con vosotr@s algunos ejemplos de nuestras dinámicas de trabajo, ¿os apetece conocer un poco más sobre la intervención en TDAH mediante la equinoterapia? ¡Pues allá vamos!

Uno de los objetivos más importantes que trabajamos en los casos de TDAH es la relajación, la capacidad para calmarnos.

A la hora de trabajar a cualquier nivel, no solo en equinoterapia, debemos tener en cuenta siempre el estado emocional de los peques (o adultos) antes de empezar. Imagina que acabas de tener un accidente con el coche, no te ha pasado nada, pero tienes aún tienes “el susto en el cuerpo”, estás nerviosa y el cerebro te va a mil por hora, imagina ahora que en esa circunstancia te pidiesen resolver un problema complicado de matemáticas. Difícil, ¿verdad?. Por eso es tan importante que al inicio de las sesiones siempre haya una pequeña “evaluación” del estado de los peques, cómo se sienten, qué cosas les han pasado recientemente… y hacer un trabajo de relajación para facilitar el estado emocional adecuado para el trabajo posterior.

A veces no es fácil llegar a un estado de calma, y aquí nuestros caballos tienen un papel fundamental. Diversos estudios han mostrado, con mediciones de tasa cardiaca, que la mera presencia de los equinos provoca que la mayoría de las personas se encuentren fisiológicamente más tranquilas, a lo que hay que sumar los beneficios que añadimos al montar, como hacen nuestros usuarios. La transmisión del calor corporal y de impulsos rítmicos juegan un papel fundamental relajando la musculación y facilitando la estimulación sensorial.

No debemos obviar el contexto en el que desarrollamos la equinoterapia, es muy importante el vínculo y la confianza que los peques tengan con la terapeuta y con su caballo, quienes siempre deben ser transmisores de calma para ellos/ellas, sin olvidar la ventaja de trabajar al aire libre en un entorno natural que ayuda a descontextualizar la terapia y facilita la relajación de nuestros usuarios/as.

En este marco, ayudamos con respiraciones y diversas técnicas de relajación adecuadas a su edad a que sean ellos/as mismos/as los que aprendan a calmarse, ya que es un superpoder que tenemos todos y que siempre llevamos encima, y de esta manera podemos proporcionarles una herramienta muy útil que pueden utilizar en su día a día.

Una vez conseguido el estado emocional adecuado para poder trabajar, es el momento de pasar a otro de nuestros objetivos principales, trabajar para mejorar la atención, tanto selectiva como sostenida.

La atención selectiva es aquella que nos permite centrarnos únicamente en la información que suponemos es más importante, desechando aquella que resulta irrelevante. Podemos decir que actúe como una especie de “filtro” para que nuestro cerebro no se sature con mucha carga de información.

Por otra parte, denominamos atención sostenida a aquella que pondría en marcha la actividad en el cerebro para mantener el foco atencional y permanecer con ello durante la realización de tareas monótonas durante un periodo de tiempo relativamente largo. Es el tipo de atención que necesitamos para estudiar y para la ejecución de muchos trabajos.

¿Cómo trabajamos estos tipos de atención con la equinoterapia? Siempre mediante el juego, elaboramos sesiones que nos permitan entrenar y mejorar nuestras capacidades atencionales, a continuación os dejamos algunos ejemplos de actividades:

  • “RECETA PARA LARACHE”

Debemos encontrar por la pista todos los elementos de nuestra lista de la compra para hacerle una rica merienda a Larache, hay que estar muy atentos porque tenemos tiempo para conseguirlas todas, y además no debemos confundirnos ya que hay otros ingredientes que pueden darle alergia o sentarle mal… ¡A jugar!

En este sencillo juego trabajamos, a parte de la atención, la lectoescritura, completando las letras que faltan de cada ingrediente y la memoria, recordando las diferentes frutas y verduras. La motivación que nos da el prepararle la comida a nuestro caballo hace que nos esforcemos más y que los resultados sean mucho mejores.

  • “RECORRIDO SORPRESA”

Al conseguir cada tarjeta con la parte del caballo que corresponde a su nombre, descubrimos un ejercicio que tenemos que realizar por la pista. ¡Atentos en la ejecución del ejercicio porque habrá jueces mirando! Al finalizar uniremos todos los ejercicios para hacer un súper recorrido.

Con esta actividad fomentamos la atención y memoria al buscar una parte concreta del cuerpo del caballo por la pista y ejecutando el ejercicio correspondiente después. Deben estar concentrados y atentos al paso del caballo, a los estímulos que hay alrededor, la colocación de su cuerpo, el manejo de riendas… todo un “trabajazo” que hacen sin apenas darse cuenta.

Artículo realizado por Laura Hernández