EQUINOTERAPIA Y FOMENTO DEL LENGUAJE ORAL

Hoy queremos hablaros de algo que damos por hecho pero que muchas veces es más complicado de lo que pensamos para algunos peques, el lenguaje oral. En Al Paso, es un objetivo a trabajar con muchos de nuestros usuarios y queríamos mostraros un poco más del trabajo en este sentido mediante las terapias ecuestres.

Cualquier tipo de lenguaje es un sistema de comunicación, tiene su propia estructura y se desarrolla en un contexto con reglas de combinaciones posibles. El lenguaje oral es la capacidad para comunicarse verbal y lingüísticamente a través de una conversación y se aprende desde que somos pequeños. Por esa razón, la estimulación del lenguaje oral es vital para el aprendizaje y desarrollo de los niños.

Uno de los objetivos clave a trabajar durante la etapa infantil es la estimulación de este tipo de lenguaje, ya que, más que aprender a hablar, es aprender una herramienta fundamental que nos ayuda a socializar, a comunicarnos para satisfacer nuestras necesidades básicas y a nuestro desarrollo cognitivo. Además, contribuye a detectar posibles trastornos relacionados con el lenguaje o mitigarlos si ya se han diagnosticado previamente.

Entre las Necesidades Educativas Especiales (NEE) puede haber casos de diferente índole relacionados con el lenguaje: retraso simple del lenguaje, trastornos del lenguaje por causas neurológicas, disfasia, afasia, mutismo selectivo… En todos ellos es fundamental, además de un diagnóstico personalizado, contar con material específico y dar prioridad a actividades de expresión oral.

Mediante la equinoterapia podemos trabajar este objetivo de diversas formas, todas ellas basadas en la motivación que nos aporta el trabajar con caballos, en un ambiente distendido, al aire libre y en un entorno en el que los peques se sienten seguros y no juzgados. Para llegar a este punto, primero debemos conseguir que, efectivamente, el ambiente sea el adecuado y l@s niñ@s se sientan cómod@s tanto con las terapeutas como con su caballo.

Una de las actividades de expresión oral que podemos trabajar en nuestras sesiones de equinoterapia son las ONOMATOPEYAS. Escuchamos los sonidos que hacen los caballos, aprendemos cómo se comunican entre ellos y los imitamos. ¡Es muy divertido jugar a poner voces e inventar historias! ¿Y si probamos a hablar a nuestros caballos con voz de hormiga? ¿Y con voz de ballena?, jugamos a ir más rápido con nuestro caballo si ponemos voz de leopardo y más lento si la voz es de tortuga… con un poco de imaginación todo vale. El trabajo y la imitación de las onomatopeyas son herramientas muy útiles para estimular el lenguaje de los niñ@s porque se ejercitan los órganos implicados en el habla mientras se divierten y juegan.

Para fomentar correctamente el lenguaje oral, es muy importante también ampliar nuestro VOCABULARIO, por eso durante las sesiones también trabajamos este aspecto. Aprendemos las diferentes partes del caballo y las comparamos con las del cuerpo humano, qué tipos de capas de caballos existen, frutas y verduras que les encantan a nuestros amigos equinos… y juntos (usuario-caballo-terapeuta) realizamos juegos que ayuden a ampliar vocabulario de todo tipo (colores, formas, estaciones del año, partes y objetos de la casa, profesiones…), combinando trabajo y esfuerzo con juego y motivación y consiguiendo grandes resultados. A través de estos ejercicios y juegos de palabras, los niños podrán aprender nuevos conceptos, descubrir qué nombre reciben las cosas que les rodean, así como las ideas o pensamientos que tengan y tiendan a acompañarles en su día a día. En definitiva, el vocabulario no es solo necesario para comunicarnos con los demás, sino también para dar sentido a nuestro mundo, formado de sentimientos, ilusiones y sueños.

Otro de los aspectos más importantes a trabajar en este objetivo es la INTENCIÓN COMUNICATIVA, el propósito, la meta o finalidad de nuestro mensaje. El lenguaje oral no es fácil para muchos peques, por ello es esencial que el esfuerzo de comunicarse de esta manera tenga un fin claro para ellos. Por esta razón, ellos son los encargados de indicar a su caballo lo que quieren hacer, si quieren que su caballo ande deben decirle “andando”, si quieren que pare para coger pelotas deben decirle “para”,etc. y también de pedir a nuestras terapeutas y voluntarias los elementos que necesitan para algunos juegos, de esta forma el propósito de la comunicación está muy claro, y el esfuerzo queda reforzado y recompensado en el momento, estimulando el aprendizaje.

Al trabajar cualquier objetivo con nuestros caballos, ganamos un extra en relajación, buena predisposición al trabajo, buen humor y comodidad por parte de nuestros usuarios, por eso la equinoterapia resulta tan buena opción para el trabajo de fomento del lenguaje oral. Algo, a priori, tan simple como jugar al “veo, veo” durante el paseo con nuestro caballo puede ser un ejercicio estupendo que de otra manera nos costaría mucho más realizar, o aprendernos y cantarle canciones a nuestro amigo equino y que le encanten les hace darse cuenta de que pueden hacerlo y es divertido, y esto puede marcar la diferencia en el trabajo con muchos peques.

Artículo realizado por Laura Hernández