PARTICIPACIÓN DE AL PASO EN EL PROGRAMA ECUESTRE DE INTEGRACION SOCIO LABORAL DE JÓVENES CON DISCAPACIDAD

El pasado 8 de mayo comenzó una intensa semana donde, gracias a la invitación de Fundación Caballo Amigo, participamos en esta interesante iniciativa patrocinada por Fundación Mapfre.

El programa consistió en acoger a 18 usuarios, jóvenes con discapacidad de entre 16 y 22 años alumnos de educación especial o de transición a la vida adulta de los colegios TAO y Buenafuente de Madrid y trabajar con ellos en tareas relacionadas con la vida cotidiana del caballo.

Siguiendo el programa de Galopes creado por la RFHE se trabajó en 4 áreas. La primera, “conocimientos”, aprendiendo entre otras las partes del caballo o distintos tipos de señales morfológicas, del material ecuestre, disciplinas deportivas, o los nombres que reciben las capas (castaños, alazanes, bayos, etc). La segunda área, “cuidados”, donde se practicó el manejo que requiere el animal desde que se llega al centro hípico hasta que se le tiene preparado para recibir una clase o un paseo: limpieza diaria de cuerpo y cascos, ensillado, detección de lesiones, etc, algo muy cotidiano en los centros hípicos pero explicado de forma muy estructurada. La tercera área “manejo” es la realmente novedosa para este tipo de colectivo; se trató de introducir a los chicos en la conducción del caballo pie a tierra, sabiendo cómo colocarse respecto al caballo, cómo llevar el ramal sin tensión y controlar al caballo en todo momento para realizar una sesión de hipoterapia. Y la cuarta área fue la más esperada por los beneficiarios, “equitación”; preparados con su casco estaban deseando poder subir a caballo como premio a tanto trabajo bien realizado a lo largo de la mañana.

Parte del equipo de AL Paso estuvo colaborando en este proyecto que con posterioridad se va a realizar en otros centros de España a lo largo de mayo y junio de 2017.

La importancia de esta iniciativa radica en que no hay demasiadas actividades pre-laborales dirigidas a personas con discapacidad y esta, pese a su carácter intensivo posibilita que en los 5 días de duración del proyecto se pueda valorar a las personas que realmente pudieran desarrollarse en un ámbito profesional como ayudantes en escuelas de equitación, continuando con prácticas y más horas de manejo en centros ecuestres supervisados por técnicos deportivos en equitación. Y para aquellos que todavía no se encuentran “preparados” el importante paso se ha hecho iniciando el contacto con el mundo ecuestre con posibilidad de que repitan el curso en siguientes ediciones para alcanzar mayor nivel de autonomía.

El balance general de la semana intensiva ha sido muy positivo, por parte de los profesionales que hemos participado, de los centros educativos y los propios usuarios, que han podido despedirse de esta experiencia realizando ellos mismos una autoevaluación, muy sincera, de todo lo aprendido, que en la mayoría de casos ha sido mucho.

Artículo realizado por Olivia del Rosario