DÉFICIT DE ATENCIÓN Y MOTIVACIÓN EN LAS INTERVENCIONES CON CABALLOS

Queremos hablaros hoy sobre cómo se trabaja la atención y la importancia de la motivación en las intervenciones asistidas con caballos. Nos encontramos con que gran parte de los niños y adolescentes con dificultades atencionales con los que trabajamos, tienen unos tiempos de atención relativamente cortos, se dispersan con facilidad, se aburren porque no hay algo que les motive por lo que les cuesta atender, prestar atención, cambian continuamente de actividad, parece que no escuchan cuando se les habla, cambian de tema, etc.

La atención se puede ejercitar a través de determinadas actividades con caballos que los terapeutas plantean. Para explicaros cómo trabajamos, tenemos que partir de una definición sencilla sobre qué es la atención visto por nosotras: es la capacidad de atender, de concentrarse, de mantener la alerta o de tomar consciencia selectivamente de un estímulo relevante, una situación, etc. Es un mecanismo íntimamente ligado a la percepción (se percibe aquello que se atiende), la memoria, lenguaje y motivación. Por ello, es la base de gran parte de las actividades que realizamos durante las intervenciones con los caballos. Si no trabajamos la atención y logramos que se mantenga durante un periodo de tiempo suficiente como para trabajar otras áreas, habremos perdido tiempo de trabajo.

La atención asegura un procesamiento de los estímulos sensoriales (vista, tacto, olfato, oído, gusto) y del sentido del equilibrio adecuado. Permite seleccionar la entrada de determinada información a nuestro cerebro y rechazar la irrelevante y así evitar la sobrecarga de estímulos. Si la persona no es capaz de procesar adecuadamente esta información, habrá una entrada libre de estímulos, qué como consecuencia acabará generando inatención, dispersión o una desconexión de la tarea o del medio en algunos casos.

La atención voluntaria se forma gracias a que el adulto incorpora al niño nuevos tipos de actividades y mediante determinados medios organiza y dirige su atención. Es aquí donde entramos nosotras y los caballos.

Como ya he comentado anteriormente, es importante que los niños, adolescentes o adultos con los que trabajamos para mejorar determinadas áreas, tengan un mínimo de atención. Si por ejemplo queremos trabajar la hipotonía, mandaremos que haga determinados ejercicios encima del caballo como ponerse de pie en los estribos, poner los brazos en cruz, tocarse un pie, etc. Si no es capaz de atendes selectivamente a lo que le decimos no podrá hacer los ejercicios o no los hará adecuadamente. O si estamos trabajando la lectura y tiene que ir a buscar determinadas letras por la pista dirigiendo al caballo hacia donde quiere ir para crear palabras, tendrá que ser capaz de mantener una atención selectiva (seleccionar la información relevante), atención dividida (seleccionar más de una información a la vez y de realizar más de una acción a la vez), atención sostenida (mantener la atención durante un periodo largo) y deberá tener una buena atención visual y auditiva para ser capaz de seguir nuestras instrucciones y observar donde están las letras para parar en el momento preciso al caballo.

Algunos de los ejercicios que trabajamos para lograr aumentar los tiempos de atención y desarrollar las dimensiones de la atención que están en desuso, son por ejemplo, búsqueda de parejas por la pista, memorión, juegos con aros y pelotas, memorización de lista de la compra y búsqueda de alimentos por la pista, clasificación de elementos por familias, dirección del caballo por la pista, trote, puzzles etc.

Pero para poder trabajar la atención encima del caballo, hay una cosa que es fundamental: estar motivado. La motivación es considerada como el impulso que conduce a una persona a elegir y realizar una acción entre aquellas alternativas que se presentan en una determinada situación.

En nuestro caso, la principal motivación es el caballo. Las sesiones las planteamos desde un plano lúdico adaptadas a cada edad por lo que no se percibe como una terapia, sino como un momento de poder estar con su caballo realizando actividades divertidas en un entorno natural y fuera de lo cotidiano.

El hecho de que vengan una vez por semana hace que estén deseando volver la semana siguiente. Esta motivación va a favorecer la consecución de cualquier objetivo que nos planteemos.

A nivel atencional, las intervenciones que realizamos son percibidas como un juego a caballo que encima, si lo hacen bien, van a tener un premio (el trote, cepillar al caballo, dar un paseo antes de terminar las sesiones, darles de comer, etc.) que van a reforzar las conductas que buscamos, en este caso aumentar los tiempos de atención.

Además, siempre tenemos en cuenta los gustos de los niños y /o adolescentes por lo que el material que utilizamos siempre es sobre algo que les gusta. Si lo que más les gusta son los animales, trataremos de hacer juegos con animales, si son los transportes, serán juegos donde aparezcan transportes, haciendo de esta manera las actividades más divertidas y estimulantes.